Una llamada de la inspección, animándome a desempeñar el cargo en funciones durante un año.
Una llamada que cambió, en nada de tiempo, mi vida profesional.
Me había aventurado a realizar el curso de dirección, elaborando mi proyecto, basándome en el documento "Proyecto de dirección de centro desde un enfoque inclusivo" de Coral Elizondo, de la que tanto he aprendido y sigo haciéndolo.
No descartaba entrar en equipo directivo, he dirigido otras muchas aventuras, así que ahí me vi cogiendo el timón del barco. Un barco lleno de grandes profesionales que se quedan, que vienen y van. Y de unos peques maravillosos y una comunidad educativa que te invitan a surcar los mares más profundos de la educación.
Mi cabeza daba vueltas con un mezcla de ilusión, ganas, pellizco en la barriga, vértigo, alegría, dudas, ideas y sueños inclusivos que se podrían hacer realidad...
Así que dije...¡vamos allá! Formación tengo, aunque me queda mucho que aprender y ganas no me faltan.
Imaginad cómo es esto de la dirección, que hasta hoy...5 de febrero, no he sacado hueco para contar por aquí cómo va mi labor.
En fin, que sé que es algo temporal y quiero disfrutarlo al máximo.
Y vamos a darle visibilidad porque lo mismo animo a otros a llevarla a cabo con la misma alegría (que no miedito y dudas) que puedo tener yo.
Así que... Preparaos para descubrir las aventuras de una directora inquieta.